
“Las
bandas de inmigrantes bajaban del sertao con la sequía mordiéndoles los
talones, abandonaban la tierra reseca donde el ganado se moría y las
plantaciones no rendían, tomaban caminos en dirección al sur. Muchos quedaban
por el camino, incapaces de soportar la travesía de los horrores, otros morían
al entrar en la región de las lluvias donde el tifus, el paludismo, la viruela
los esperaban. Llegaban diezmados, con restos de lo que fuera su familia, casi
muertos de cansancio, pero en los corazones latía la esperanza crecida en el
último día de la marcha. Un poco más de esfuerzo y habrían alcanzado la ciudad
rica y fácil. Las tierras del cacao, donde el dinero era basura arrojada en las
calles. " de Gabriela, clavo y canela
No hay comentarios:
Publicar un comentario