La
estación de trenes está muy concurrida. La gente camina al mismo tiempo en
todas direcciones. Algunos permanecen parados. Un monje budista tibetano con la
cabeza afeitada y una larga túnica color vino está en medio de la multitud, con
aspecto preocupado. Yo estoy de pie, contemplándole. Tengo mucho tiempo antes
de la salida de mi tren porque acabo de perder el anterior. El monje me ve
mirarle. Se acerca hasta mí y me dice que está buscando el andén número 3. Sé
dónde están los andenes. Le enseño el camino.
Lydia Davis es profesora de creación literaria en la Universidad de Albany.