Si
nunca me extravié en el jardín de los senderos que se bifurcan es porque fui
fiel al antiguo proverbio que exige:
en la encrucijada, divídete.
Sin embargo,
a veces me pregunto, la felicidad,
¿no es elegir y perderse?
En el 2004 la Fundación Konex la distinguió con el Diploma al Mérito en la categoría "Cuento"
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