
El Palabrero de hoy es
Pablo de Santis
La pieza ausente (fragmento)
Comencé a coleccionar rompecabezas cuando tenía quince años. Hoy no hay nadie en esta ciudad ‑dicen‑ más hábil que yo para armar esos juegos que exigen paciencia y obsesión.
Cuando leí en el diario que habían asesinado a Nicolás Fabbri, adiviné que
pronto sería llamado a declarar. Fabbri era Director del Museo del
Rompecabezas. Tuve razón: a las doce de la noche la llamada de un policía me
citó al amanecer en las puertas del museo.
Me recibió un detective alto, que me tendió la mano distraídamente mientras decía su nombre en voz baja ‑Lainez‑ como si pronunciara una mala palabra. Le pregunté por la causa de la muerte: "Veneno" dijo entre dientes.
Me recibió un detective alto, que me tendió la mano distraídamente mientras decía su nombre en voz baja ‑Lainez‑ como si pronunciara una mala palabra. Le pregunté por la causa de la muerte: "Veneno" dijo entre dientes.
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