Hacía frío. Tanto insistí, que por
fin me llevaron a ese parque de diversiones. Tenía un presentimiento, no sé...
no lo podía explicar.
Me dejaron subir a tres juegos y antes que nada me subí
a un autito, cómo me gustaban esos autitos!
Pero estaba dando la primera vuelta
cuando miré hacia abajo y vi una pequeña estrella que brillaba intensamente. La
agarré, estaba fría y la metí en el bolsillo del pantalón. Me escapé del parque
de diversiones y me fui a mi casa, porque el presentimiento que tenía se había
agrandado y casi no lo podía soportar, quería estar tranquilo.
Me encerré en mi pieza, y la miré
por un tiempo.
De pronto todo se oscureció y vi que
la estrella brillaba más que nunca. Entonces me vi en un mundo desconocido.
¿Qué era ese lugar? Me pregunté.
En ese momento una mano gigante se acercaba para
agarrarme...
Malena Morales
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