Autores

viernes, 24 de mayo de 2013

La calesita azul


                                            





LA CALESITA AZUL
                                                     Noel
 

Capítulo 1


“Sólo, siempre sólo”, se lamentaba Tom en su juego favorito, la pequeña y vieja calesita azul.
El muchachito se hallaba en ese parque de diversiones, aunque a veces le inspiraba miedo.
Él sabía que podía irse cuando quisiese, sólo bastaba con atravesar la puerta mágica que lo separaba del otro mundo, ese mundo, donde además de terror, tenía felicidad,  amigos y gente buena.
Pero no, él estaba decidido a quedarse en ese parque  a pesar de todo. 
Permanecería con esos seres horripilantes, amos y señores del lugar, quienes aún no lo habían comido porque, raramente, él les agradaba.
La razón no era más extraña que el lugar dónde se encontraba; simplemente se quedaba allí porque sus únicas amigas, y personas normales en todo el parque, eran adivinas. 
Sí, de esas que dicen el futuro.
Una madre y su hija trabajando juntas como equipo. 
Ellas  habían dicho a Tom que le ocurriría algo fabuloso, mágico y raro. 
Pero no le dijeron si sería bueno o malo.
Tom quería saber que era eso tan genial de lo que le hablaban la chica de sus sueños, Layla, la adivina más joven, y su madre Greta, quienes vivían asustadas y escondiéndose de los “monstruos”, como le llamaban ellas a las criaturas extrañas.

Capítulo 2


Era tarde, muy tarde, para ser precisos medianoche. 
Escuchó el golpe y se despertó. Vio una gran polvareda que se levantaba como si algo se hubiera estrellado. Corrió al lugar donde había visto caer el objeto.
Tom pretendía saber que era, en ese mismo momento…
Encontró  un hoyo  enorme. 
La profundidad no era mayor que su altura, con un poco de esfuerzo pudo ver claramente lo que había allá abajo…



Capítulo 3


No podía creerlo pero estaba ante sus ojos.

Blanca como la nieve, una joven bella y de expresión simpática. 

Brillaba como una estrella fugaz y caminaba hacia él.

Pero Tom no sabía que en su mano izquierda, escondido tras la espalda, la joven traía bien afilado… un cuchillo.


Al otro día, en la calesita, Layla encontró un cadáver…


No hay comentarios:

Publicar un comentario