LAS
CARTAS
La primera vez fue muy rara.
No puedo describir lo que sentí en el momento. Pero
voy a tratar de explicarlo...
Encontré la primera carta en mi cuaderno de
matemática, en la escuela.
Era una carta anónima, por supuesto, decía:
“Anda preparándote porque dentro de poco
vas a tener que decir tus últimas palabras...
Chau. (TE VOY A SEGUIR ESCRIBIENDO)”
No reconocí la letra.
Me reí nerviosamente.
Al otro día fue peor, decía así:
“JA! Vos reíte no más, cuando te estés
muriendo vas a desear no haberte reído nunca, porque morirás poco a poco. Ya
verás.
Nos vemos.”
Ahí me empecé a
desesperar.
Pasaron muchos días. Yo quería saber por qué alguien quería matarme. Y si
era una broma, no me gustaba para nada.
Con la última me asusté. Decía solamente así:
“TU FINAL”
Estaba en la clase de
Historia, le pregunté a la seño si podía ir a tomar
agua, porque al leer la nota se me había secado la garganta.
La seño me prestó su botellita de agua... En ese
momento me desmayé. Pero antes alcancé a escuchar que
la seño me llevaba a la dirección y nada más.
Ahora me encuentro en el sótano de la escuela,
amordazado, atado de pies y manos.
En mi regazo hay un librito que me cuenta porque la
seño me quiere matar.
MALENA MORALES
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