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miércoles, 8 de junio de 2011

Vacaciones en la playa

Sandra estaba comenzando con los preparativos para sus vacaciones.
Su trabajo era muy agotador.
Justo cuando compró los pasajes le avisaron que tenía solamente una semana y además, a su regreso tenía que presentar un trabajo muy importante para el lunes próximo.
- No importa  - pensó Sandra – me voy una semana y listo.
Al llegar a Mar del Plata, se dio cuenta de que le habían robado la bikini.
-  Me compro una y listo – pensó
Se compró una en oferta, muy linda. Le quedaba muy bien.
Era una mañana de sol radiante y quiso aprovecharla.
Bajó a la playa. En ella todos la miraban, sobre todo un jovencito rubio, que se acercó y charlaron un rato.
A la nochecita, él la invitó a una pequeña fiesta cerca del mar. Con un poco de miedo ella aceptó.
Se pusieron a bailar. A la medianoche apareció en la fiesta una joven que se acercó al acompañante de Sandra y lo besó.
Sandra comprendió que ella era la novia.
Él se despidió de Sandra y se fue con la muchacha.
Una lágrima resbaló por la mejilla de Sandra, luego otra y otra, hasta que se tuvo que ir de la fiesta.
A la mañana siguiente, no tenía ganas de ir a la playa, por miedo a encontrarlo. Pese a todo bajó.
En la playa, el joven no estaba.
Al atardecer lo vio.
Estaba con su novia, discutiendo.
De pronto la novia le pegó una bofetada y se fue.
Él se sentó en una piedra y se puso a llorar.
Sandra se acercó al muchacho que ya había dejado de llorar.
-          Hola – le dijo Sandra - ¿ella era tu novia? – le preguntó.
-          Si, ERA… ya no lo es- respondió.
Sandra sonrió. Luego dijeron al unísono:
-          ¡Te amo!
Los dos abrieron los ojos asombrados.
Desde ese día fueron novios.
Él la ayudó a terminar el trabajo pendiente.
Como vivían en la ciudad su romance continuó.
Me parece que mañana se van a casan…

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